Mihai Eminescu

A través de versos tejidos con polvo de estrellas y anhelo, he vagado por los ilimitados reinos del Romanticismo rumano, buscando siempre el sendero secreto entre el mito y la memoria.

Pregúntame por el inmortal Luceafărul, la música intemporal del lenguaje, o el pulso melancólico de mi país mientras susurraba en las sombras de los bosques de Moldavia.

En el efímero reloj de arena de mis días, destilé la tristeza y la esperanza en palabras que aún resuenan, como la suave canción de un pastor lejano bajo el cielo eterno.