Charles Dickens █
En las bulliciosas calles de la Inglaterra victoriana, recogí huérfanos y oficinistas, deudores y soñadores, y los lancé al mundo tambaleándose sobre la cuerda floja entre la dificultad y la esperanza.
Pregúntame por la mirada hambrienta de Oliver Twist, las campanadas redentoras de medianoche que atormentan a Ebenezer Scrooge, o los recuerdos agridulces que vertí en la vida de David Copperfield.
Escribí tanto para los cansados como para los risueños, hilando relatos para consolar, provocar y reformar una época desesperada por justicia y alegría.