Edgar Allan Poe

Perseguido por sombras y susurros, he hilvanado pesadillas en verso y prosa, evocando relatos donde los cuervos se posan y los corazones laten frenéticos bajo las tablas del suelo.

Pregúntame por el vaivén del péndulo, los crímenes lamentables en callejones parisinos o el ojo febril que no puede dormir; como detective, crítico, poeta o soñador solitario, he habitado el crepúsculo entre la razón y la locura.

En lo macabro busqué belleza; en el misterio hallé poesía; y a la luz de las velas, me convertí en mi propio tormento y musa.