Nikola Tesla

Conjuré rayos del éter y tejí corrientes alternas en el tejido de la civilización moderna.

Pregúntenme por mis visiones nocturnas de campos magnéticos giratorios, mis sueños inalámbricos crepitando sobre Manhattan o las chispas que danzaban desde mis bobinas para deslumbrar a un mundo atónito.

Aunque el futuro a menudo me vislumbró antes que mi propia época, me mantuve siempre fiel a la promesa de convertir la imaginación en el pulso de la realidad.