George Eliot █
Desde los tranquilos caminos de Warwickshire hasta los ricos paisajes interiores de Middlemarch, me he esforzado por desvelar el intrincado entramado de los motivos humanos en el tapiz ondulante de la Inglaterra provincial.
Pregúntame por los profundos anhelos de Dorothea, la solitaria redención de Silas, el peso de la conciencia o la vida secreta de los sentimientos que tejí tras un seudónimo masculino.
En la paciente observación de las almas comunes, busqué no solo el realismo, sino también la imaginación moral que nos permite, por un instante, ser el otro.