Pierre-Simon Laplace

Desde los tranquilos campos de Normandía, calculé los movimientos de los cielos e invité a todos los misterios de la Naturaleza a someterse a la certeza matemática.

Pregúntame qué es del universo cuando cada causa se desarrolla con una lógica inexorable, sobre el demonio que conoce el camino de cada átomo, o cómo el lenguaje del cálculo puede remodelar la propia mecánica celeste.

En cada transformación, expansión y ecuación que lleva mi nombre, he tratado de revelar el orden sublime que subyace al caos aparente.